Aunque pertenece al grupo de las hormonas andrógenas, la testosterona no es monopolio de los hombres. Esta hormona esteroide, esencial para ciertas características masculinas como la barba, la voz grave o el torso ancho, también es producida por el organismo femenino. Tras haber creído durante mucho tiempo que era irrelevante para las mujeres, los investigadores han descubierto recientemente que desempeña una función clave en el organismo femenino. En las siguientes líneas, vamos a hablar de las funciones esenciales de la testosterona en la mujer.
Producción de testosterona en la mujer
En las mujeres, el 50% de toda la testosterona que circula por la sangre se produce en las células intersticiales de los ovarios. Las glándulas suprarenales y otros tejidos adiposos, producen el resto. Al igual que ocurre en los testículos del hombre, los ovarios femeninos son estimulados para producir testosterona a través de señales procedentes de la hormona luteinizante. Las mujeres producen mucha menos testosterona que los hombres aunque no por eso esta sustancia es menos importante para ellas.
Tras la pubertad, se produce una fluctuación cíclica de los niveles de testosterona en las mujeres. Dichos niveles comienzan a aumentar en la primera mitad del ciclo menstrual, hasta alcanzar su más alto nivel al llegar a la mitad del ciclo. Al igual que ocurre con los hombres, la producción de testosterona dependerá de la edad. Comienza a disminuir a partir de los 20 años y esta disminución continúa hasta la menopausia. Por ejemplo, una mujer de 40 años, tendrá más o menos la mitad del nivel de testosterona que tenía en la pubertad.
El papel de la testosterona en la mujer
A pesar de que se necesita proseguir con las investigaciones para determinar el funcionamiento exacto de la testosterona en las mujeres, está claro que esta hormona desempeña importantes funciones en el organismo femenino.
Un elemento esencial para la producción de estrógenos
La testosterona es el precursor inmediato del estradiol, una hormona del grupo de los estrógenos. Por tanto, un adecuado nivel de testosterona en la mujer, es importante para mantener la producción de estrógenos, las hormonas femeninas primarias que regulan numerosas funciones reproductivas como la ovulación, esenciales para la salud y el bienestar general.
No toda la testosterona producida por el organismo femenino se convierte en estrógeno. Una cierta cantidad, permanece en la sangre, uniéndose a la globulina o a la albúmina. La testosterona bio-disponible puede ser utilizada por las células del cuerpo e interactuar con los receptores de andrógenos.
Un factor indispensable para la sexualidad
La testosterona tiene un papel fundamental en la regulación de la función sexual femenina, incluido el deseo sexual, la excitación y el orgasmo. El estradiol es un producto del metabolismo de la testosterona, que junto a los estrógenos, regula numerosas funciones sexuales y reproductivas femeninas, incluida la regla, la lubricación vaginal, y eventualmente, la excitación sexual.
También existen evidencias de que la testosterona en la mujer juega un papel importante en la regulación del deseo y de la respuesta sexual. Diversos estudios han demostrado la relación directa entre los bajos niveles de testosterona y la disminución de la capacidad orgásmica, la ausencia de placer sexual y una libido reducida.
Numerosos estudios han demostrado una mejora de la función sexual en mujeres post-menopáusicas, con bajos niveles de testosterona, que tomaron complementos de dicha hormona y vieron cómo se incrementaba su libido, el número de orgasmos y la intensidad del deseo sexual.
Un papel clave en el funcionamiento del aparato reproductor
También existen pruebas de que la testosterona influye de forma directa en el funcionamiento del aparato reproductor femenino. Los niveles de testosterona en la mujer afectan al clítoris, útero, glándula mamaria, vagina y ovarios. Se ha demostrado que esta hormona juega un papel importante en la excitación sexual, proceso que se caracteriza por un aumento del flujo sanguíneo hacia los órganos genitales, esencial para la lubricación genital de las mujeres.
Una hormona indispensable para la buena salud del cuerpo
La testosterona contribuye al bienestar general, por ejemplo, regulando el humor. Al igual que los hombres, las mujeres necesitan testosterona para crear músculos y tonificar el cuerpo. Un reciente estudio demuestra que las mujeres con sobrepeso adelgazaban de forma más eficaz si recibían complementos de testosterona. La testosterona también resulta esencial para la buena salud de los huesos. Los niveles bajos de testosterona implican una menor densidad mineral ósea y un mayor riesgo de osteoporosis.
La testosterona en la mujer aumenta su energía, mejora su salud cognitiva y le ayuda a combatir el estrés. Las fluctuaciones de testosterona pueden provocar sensaciones de ansiedad, depresión o nerviosismo. La ciencia sugiere que una carencia de testosterona implica un riesgo incrementado de problemas cardiacos en mujeres que se hayan sometido a una histerectomía.
Y por último, caballeros, la testosterona femenina, es el elemento clave que convierte a sus parejas en una bomba sexual. Sin ella, sus mujeres se volverían frígidas y… ¡adiós a las tórridas sesiones de sexo! Esta sustancia mágica no es solo beneficiosa para ustedes. ¡También lo es para ellas!
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